jueves, 2 de mayo de 2019

Nietzsche, la genealogía, la historia de Michel Foucault

Uno de los estructuralistas más destacados durante el siglo XX fue Michel Foucault, nacido en la ciudad de Poitiers, localizada en Francia, quien sobresalió por sus críticas a la visión que se tenía en ámbitos como la sexualidad; la forma en la que se instruía en los centros educativos, que era similar a la de una prisión; a los hospitales y a la medicina en general; o al lenguaje, arte y pensamiento. Su principal influencia al comienzo de su pensamiento fue Karl Marx, aunque posteriormente se influye más por autores como Friedrich Nietzsche o Michel de Montaigne y a su vez por el padre de la historia, el griego Heródoto, aunque también se pueden ver algunas referencias que critican a la dialéctica hegeliana.

Su filosofía se puede diferenciar en tres etapas: durante los años sesenta, cuando internacionalmente existía un cambio de pensamiento a causa de la colonización de territorios africanos, Foucault se cuestionaba lo que se podía saber y en la arqueología y publicó títulos como Historia de la locura en la época clásica en 1961, El nacimiento de la clínica en 1963, Las palabras y las cosas en 1966 o La arqueología del saber de 1969; en el primer lustro de la siguiente década se centró en la genealogía y en el qué podía hacer, influenciado principalmente por las crisis económicas capitalistas, publicó Vigilar y castigar en 1975 o Historia de la sexualidad en 1976; en sus últimos años se centró en la ética y en quién era él realmente, se interesa por la subjetividad y se sustraen de esta etapa aforismos como el de “Estoy feliz con mi vida, pero no tanto conmigo mismo” (Foucault, 1975), en esta época, los pensadores estaban influenciados por el posmodernismo principalmente (michaelfoucault4, 2010).

En los siguientes párrafos, podremos ver un análisis minucioso del texto Nietzsche, la genealogía, la historia de Michel Foucault, sustrayendo del mismo ideas de la filosofía de Foucault y comparándolas con pensadores que trataban el mismo tema. Así mismo, también se abarcará parte del contexto histórico de cada uno de los autores a los que haga referencia, pues considero que es importante tanto para mi como para Foucault para poder llegar a entender el pensamiento de los mismos.

Al comienzo del texto, Foucault critica la visión que tenían tanto los ingleses como el prusiano Paul Ree al analizar la historia de la moral como algo lineal, sin tener en cuenta el cambio social que se producen durante los siglos en diferentes ámbitos como en el lenguaje, las aspiraciones o los objetivos del colectivo. Se percata de que los contemporáneos se han centrado en poner fecha a un origen, sin poner cuidado ni molestia en darle importancia al proceso del origen de algo, piensa que la genealogía es un trabajo que se debe hacer paulatinamente y con prudencia. La genealogía se opone al “origen” pues el origen realmente es considerado como un milagro.

Nietzsche utiliza la palabra Ursprung usando otras palabras como Entstehun, Abkunft o Geburt dependiendo de la obra a la que se dirija y refiriéndose a la lógica y el conocimiento. Por lo que entiendo, Nietzsche utiliza la palabra Herkunft para referirse a los prejuicios morales en un origen humano, sin embargo, él piensa que el este mal reside en Dios, y que debe diferenciarse entre el Ursprung y el Herkunft, siendo en el Ursprung en el que resida la acción de Dios. En reconocimiento a esta rectificación por parte de Nietzsche, podemos encontrar una cita de Foucault: “No me pregunten quien soy, ni me pidan que siga siendo el mismo” (Foucault, La arqueología del saber, 1969). Además de eso, se utilizan las mismas palabras para referirse a términos distintos y mismos términos usando las mismas palabras, encontramos pues, que en una escasa década de la filosofía de Nietzsche se encuentran cambios en el lenguaje, queda demostrado de esta manera, que el cambio en el lenguaje durante siglos iba a ser abismal. Según Foucault, el error del genealogista de Nietzsche fue intentar buscar un origen puro del origen, sin comprender lo que realmente suponía la historia.

El último postulado que critica Foucault es el de la verdad. Foucault piensa que hubo (y sigue habiendo) una voluntad generalizada de hacernos creer que la verdad no tiene nada que ver con el poder. O, dicho de otra manera, que quien ejerce el poder no posee la verdad o que quien posee la verdad, no ejerce poder, ya que la verdad –se supone- es un ámbito privativo de la ciencia. Sin embargo, mientras se ejerce el poder se trata de hacer valer las verdades propias y suelen rechazarse las ideas ajenas como falsas (Díaz, s.f.).

Herkunft podría traducirse como el lugar desde el cual se procede, del que se ha partido, la procedencia, el linaje: von adliger; o como procedente de linaje noble (Nietzsche, 1887). Este concepto permite hacer diferencias entre el Yo en contraposición a otras personas; también permite dar explicaciones borrosas a la situación en la que se encontraba en esa época. Para Foucault, utilizar el Herkunft como argumento para explicar estas condiciones, no es algo venerable, y por lo tanto, para él, es digno de crítica porque es frágil y tiene inexactitudes lógicas. Con este término se buscaba la pureza de las personas en cuanto a su linaje, sin embargo, al realizar este proceso, encontraron que la pureza no era más la negación a lo que no era puro, de este modo carecía totalmente de sentido intentar buscar algo a lo que no se sabía exactamente lo que era; un ejemplo claro se encuentra en la crítica en la conversión entre religiones, negando los conversos su pasado, mientras que los que pertenecían a un linaje “puro” querían realzar su condición, pues esto les hacía sentir superiores a los conversos.

Normalmente, los problemas en cuanto a la biología se excusaban creando un mundo contemplativo, un mundo en el que pretendían ser perdonados por un Dios. Podríamos aplicar en este caso la frase célebre del prusiano Karl Marx: “La religión es el opio del pueblo” (Marx, 1843), en esta cita, se le da un sentido metafórico a la palabra opio, pues en el contexto histórico de Marx, se puede observar una gran influencia por parte de la Guerra del Opio (1839 – 1842) entre China y Gran Bretaña, el cual causó una tensión entre los pueblos a causa de esta droga. El opio se interpreta aquí como un desfogue, un tranquilizante, algo que apacigua a la población, que los adormece.

La necesidad de la creación de un mundo contemplativo por parte de los humanos, según el nihilista Nietzsche, proviene de una división reactiva y activa del nihilismo. A partir de la afirmación nietzscheana de que la vida no tiene sentido, el humano le busca el sentido a la vida existiendo de esta manera dos posiciones: la reactiva, en el que el poder del espíritu tiene un signo creciente; y la activa, en el que se aprecia una decadencia y retroceso del poder del espíritu (Caldeiro, s.f.). Para Nietzsche, la moral que entendemos en la que se abarca la piedad, la bondad, la compasión o la humildad, es antinatural y considera que Dios desprecia el mundo de los sentidos, el mundo natural, el mundo en el que existimos. Nietzsche considera que la población que aun piensa en Dios están en su figura de camello, pues acatan todas las cargas que su religión le impone. (Nietzsche, 1883).

La Entstehung se puede entender como la emergencia, consiste en la resistencia que tiene una materia ante una resistencia usualmente desfavorable a la materia. Foucault nos pone el ejemplo de la supervivencia de los humanos ante las condiciones a las que se tuvieron que adaptar para poder atravesar las circunstancias a las que se enfrentaban, en este caso interviene la selección natural propuesta por Charles Darwin en su obra El origen de las especies publicada en 1859 en Reino Unido: para poder atravesar estas condiciones, el cambio se tiene que heredar, tiene que haber una complexidad de rasgos entre ese colectivo y que esas diferencias se puedan extender entre la población, dando de esta manera transformaciones evolutivas. Entendemos por tanto, que cuando nombramos a la emergencia, nos referimos a la entrada de esas fuerzas contrapuestas.

Nietzsche utiliza la palabra Entstehungsherd para referirse a ese campo de batalla en el que interviene tanto los poderosos y los subordinados. Siguiendo la teoría marxista, en el que existe una burguesía que explota a los proletarios, el campo de batalla podría entenderse como los medios de producción, en los que los proletarios se venden como un producto sin recibir la parte de compensación que realmente han invertido debido a la plusvalía. Siguiendo la teoría de Darwin, el campo de batalla resultaría el clima, la vegetación, el relieve, los recursos, los animales, las amenazas en general. De aquí nace la idea de libertad, pues al haber un sometimiento ante otros individuos, surge la libertad; al igual que para designar algo como bonito, es necesario tomar algo que no es bello para así hacer una comparación. En Montaigne podemos encontrar la influencia de la sociedad para coartarnos de la libertad, imponiéndonos de forma implícita nuestro pensamiento o nuestra forma de vestir para poder a llegar ser famosos; para Montaigne, ser famoso no es malo, pero sí lo es intentar serlo. Por tanto, si nos enfocamos desde un punto de vista genealógico e intentamos buscar el “origen” de la búsqueda de la libertad, nos encontramos ante un sistema aun primitivo, datado en la Prehistoria Antigua, cuando existían sistemas comunitarios, aunque algunos desarrollaban desigualdades, eran catalogados como simples.

En Hegel presenta en su dialéctica una evolución infinita en el que surge una síntesis a partir de la oposición de la antítesis a una tesis, continuando el producto de la síntesis como tesis nuevamente. Esto es una posición inicial, que afirma, en la que se opone una posición contraria, que niega, y una posición final que se opone a la negación, que niega la negación. Según Hegel, la historia funcionaba con estos parámetros, de los que beberá el marxismo académico con su historiografía: en el régimen de la comunidad primitiva, cuya tesis era la incapacidad de concebir la propiedad privada, surgió su antítesis, la necesidad del reconocimiento de su trabajo y el deseo de reservar recursos ante catástrofes naturales, que dio lugar a su síntesis, el régimen de esclavitud, cuya tesis era la propiedad privada, no solo de las herramientas, sino también de los trabajadores, surgió su antítesis, que fue el desinterés por optimizar el trabajo por parte de los esclavos, dio lugar al régimen feudal, donde los trabajadores ya no eran propiedad como tal de los señores, pero sí lo eran los medios de producción, esta vez fue el descontento de las injusticias sociales por parte de los campesinos lo que significará la antítesis, provocando de esta forma, una nueva síntesis en la que se encuentra el Occidente actual, el régimen capitalista, en el que la burguesía es dueña de los medios de producción y compra la mano de obra de sus trabajadores totalmente emancipados. Según Marx, la antítesis del régimen capitalista será el descontento social y la búsqueda de un sistema no explotador, que daría lugar al régimen socialista, donde nadie será sometido a explotación alguna (Vallenajerilla, s.f.). Algunos pensadores posteriores a Marx consideraron que cada una de estas etapas eran estrictamente necesarias, y así fue en la revolución bolchevique, donde estaban aun en un sistema feudal y les era necesario pasar por el régimen capitalista para llegar al socialista.

La wirkliche Historia se puede traducir como la “historia auténtica”, la cual consiste en una empatía de carácter total en el humano del pasado, para conocer sus sentimientos, su pensamiento y sumergirse en su cultura. Gracias a la historia auténtica se comprendería de manera objetiva el pasado para analizarlo tal y como era y no desde una visión contemporánea, con los prejuicios que eso conlleva. Este es un ejercicio complejo, pues requiere la capacidad de retener la influencia que tenemos para realizarla de forma correcta.

Nietzsche, desde su postura del continuo devenir, piensa que la historia tradicional es una carga que llevamos encima, nuestra memoria es un hándicap que debemos sobrellevar, en contraposición de los animales, a los que admira porque ellos no tienen ese peso. Normalmente buscamos una respuesta de prosperidad en los historiadores, sin embargo, encontramos en ella una incógnita en nuestro devenir. Por ejemplo, en el caso de España, con la pregunta de: ¿desde cuándo España es España? Podemos encontrarnos diversas respuestas, si consideramos que España es el territorio delimitado actualmente a lo largo de los siglos, ocupado por diferentes culturas, la pregunta no tendría sentido porque España sería así desde el territorio delimitado como lo que conocemos hoy a España desde el Cenozoico, o incluso anterior si queremos considerarlo desde la Pangea; en cambio, si consideramos a España como el territorio habitado por los católicos, tendríamos que remontarnos a la “Reconquista” católica llevada a cabo por los Reyes Católicos contra Al-Ándalus; otra visión que se podría contemplar es la llegada de los Borbones como punto de partida del Reino de España.

En la historia tradicional se utiliza una visión más amplia y abstracta con el objetivo de acercarse al máximo a la realidad de la historia, en su oposición existe la historia efectiva, que se enfoca mucho más, con detenimiento y detalle. Los historiadores efectivos intentan eliminar todo prejuicio y elemento que pueda perjudicar en su análisis. Nietzsche trata la historia desde un ángulo que no intenta esconder.

La Herkunft del historiador tuvo un papel demagogo hacia la plebe en cuanto a ensalzarlos ante la población de épocas antiguas, pero los historiadores saben que al hacer esto son hipócritas, pues ellos realmente conocen la verdad. Los historiadores utilizan la demagogia para acercarse a la población y así de esta manera resurgir y despertar sus ideas para que alcen la voz. El historiador siempre deberá evitar su individualismo para pensar en el bien colectivo.

El Entstehung que se nos expone en el texto hace referencia al siglo XIX con las patrias, sin embargo, pienso que también es aplicable a la Revolución Francesa (1789 – 1799), cuando la burguesía movía los hilos de la población, harta de una monarquía absoluta que se defendía con el argumento del derecho divino y que no supo contentar a la población a tiempo. La burguesía vio el momento justo para aprovecharse de la población y así, de este modo, poder acceder ellos a unas comodidades de las que el pueblo iba a carecer. Gracias a esta revolución, se lograron cambios muy importantes que afectaron a los países vecinos.

El historiador se ve obligado durante el siglo XIX a recurrir a la demagogia para combatir la ignorancia de la población. En este contexto aparecen estados como el II Reich alemán teniendo en cabeza a Otto von Bismarck; o la aparición del Reino de Italia, que supusieron luchas internas con los Mil Camisas Rojas, seguidores de Garibaldi contra el político Cavour.

Los historiadores hacen el discurso que desean para poder mover la población a su antojo. Ante esto, Foucault piensa que el discurso que dan los historiadores sobre la verdad está manipulado, ellos dictaban lo que era lo moral, lo ético, lo bello, lo correcto, lo placentero, lo malvado o lo sentimental. Realmente Foucault piensa que estas verdades las crea el poder, pero al tener el poder de la demagogia los historiadores, pueden manipular de cualquier modo estos conceptos; junto con los historiadores, el poder lo tiene la Iglesia, la economía, la política, la educación, la socialización o los medios de comunicación (Mercado, 2016).

Foucault plantea tres oposiciones a las tres modalidades de dar sentido a la historia que planteaba Platón. Uno de ellos era el uso paródico y destructor de la realidad, que se mofaba principalmente de la teoría de reminiscencia de Platón, la cual consistía en recordar conocimientos que tenía el alma antes de ser encarcelada en el mundo sensible, cuando habitaba en el mundo de las ideas, en el mundo inteligible.

Foucault entiende que el centro de la investigación no es individual, sino que la historia genealógica intenta explicar las proliferaciones de nuestro desarrollo. De esta manera, podríamos enlazar con su concepción de que el término es basado por el poder como la Iglesia, la política, la economía o las relaciones sociales.

Se puede comprender una diferenciación y la exposición de términos aun difusos que critica en la filosofía de Nietzsche. Además, reflexiona sobre el papel del historiador y su intento de empoderamiento de la plebe utilizando la demagogia.

Hace una diferenciación entre la historia tradicional, efectiva o auténtica.

Personalmente pienso que el tema tratado por Foucault es de extrema actualidad, pues aún siguen influyendo textos como el de 1984 de George Orwell en cuanto a la vigilancia por un poder superior a la población condiciona el pensamiento de los mismos, subordinándolos de esta forma al pensamiento que en la situación se requiera.

Bibliografía

Caldeiro, G. P. (s.f.). Obtenido de https://filosofia.idoneos.com/343318/
Díaz, E. (s.f.). Esther Díaz. Obtenido de https://www.estherdiaz.com.ar/textos/foucault_verdad.htm
Foucault, M. (1969). La arqueología del saber. París: Gallimard.
Foucault, M. (1975). Obtenido de https://psicologiaymente.com/reflexiones/frases-de-michel-foucault
Marx, K. (1843). Crítica de la filosofía del derecho de Hegel.
Mercado, Á. H. (2016). Vigilancia, castigo y poder. Perú.
michaelfoucault4. (7 de Abril de 2010). Obtenido de http://michaelfoucault4.blogspot.com/2010/04/contexto-historico_07.html
Nietzsche. (1883). Así habló Zaratustra. Ernest Schmeitzner.
Nietzsche. (1887). Obtenido de http://www.pensament.cat/filoxarxa/filoxarxa/pdf/Michel%20Foucault%20-%20Nietzschegenealogiahistoria.pdf
Psilosofia. (1 de Octubre de 2011). Obtenido de http://psilosofia.com/conceptos-las-tres-transformaciones-camello-leon-y-nino-nietzsche/

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