El culto egipcio

El objetivo principal de la celebración de los cultos era mantener el bienestar de los dioses, ya que son protectores de Egipto y auxilian al soberano. Los dioses tienen las mismas necesidades que los humanos y hay que satisfacerlas. El encargado de desarrollar el culto era el faraón. Por imposibilidades físicas delegaba esta función a terceras personas, los sacerdotes. El faraón tenía que asegurar el orden del universo, prestaba el culto a los dioses y dictaba leyes.


Los sacerdotes se ordenan jerárquicamente y las ceremonias generalmente tenían las siguientes pautas:

1. Purificación del santuario y del oficiante,
2. Se rompía el sello que cerraba la habitación donde se guardaba la estatua del dios.
3. Se purificaba y se alimentaba al dios.
4. Se limpiaba al dios y a la zona del ritual.

Todo esto era acompañado del sermón repetido en el mismo orden y sin error.

Para entender el más allá hay que tener en cuenta la consideración del humano. Tenía cuatro partes: una material y tres espirituales. La material es el cuerpo, el zet. El ka es el arma durante el periodo vivo del individuo. Se divide en ba que se origina tras la muerte y es el ka viajando al más allá y sometiéndose al juicio de Osiris; y el akh, que es el alma que ha superado el juicio.

Los egipcios interpretaban su realidad como la mejor de las posibles y que el más allá era una prolongación del mundo.