Antiguo Egipto

La civilización egipcia se desarrolla en un tiempo prolongado por lo que expresaré unos 3.000 años del arte de Egipto, desde finales del IV milenio (3.100 a.C) hasta el I milenio (30 a.C).
Para ponernos en contexto, podemos decir que los rangos de dicha civilización son similares a la mesopotámica, es decir, contamos con una organización socio-política estable y las creencias religiosas de carácter cosmogónico.
La principal diferencia es que Mesopotamia  era un conjunto de ciudades-estado independientes mientras que Egipto era un territorio unificado, en el cual se podían identificar dos zonas:

•           Alto Egipto o Valle (al sur), desde las montañas de Etiopía hasta la ciudad de           Menfis
•           Bajo Egipto o Delta (al norte), desde la ciudad de Menfis hasta el río Nilo,                 dividido en varios ramales, desemboca en el mar Mediterráneo.

Su arte es fruto del esfuerzo de esclavos, del pueblo y de gobernantes identificados con sus dioses y con su propio destino, por  eso alcanzaron notable importancia la arquitectura, la escultura y la pintura, por su carácter monumental y religioso

Arquitectura

• En los templos, el culto se reservaba a los sacerdotes y faraones. La población tenía el acceso restringido a los templos aunque podían hacer el culto doméstico. Considerados como morada de los dioses, se caracterizaban por sus enormes dimensiones, la solidez en la construcción y su decoración. Podemos destacar templos como el de Luxor, Karnak (en Tebas) entre otros.

• Los hipogeos eran básicamente exteriores muy sencillos, porque así evitaban profanaciones, pero los interiores, al contrario, estaban muy logrados y eran muy complejos además de una rica decoración: varios pasillos en descenso y salas, incluso alguna que otra sala hipóstila, y al fondo una cámara sepulcral, a menudo decorada con un techo estrellado. Hay que mencionar que pueden no ser tumbas, es decir, pueden ser templos funerarios.

• Las mastabas o tumbas subterráneas primitivas representan de forma monumental el montón de tierra que queda después de excavar la tumba, ya que, por razones estáticas, este montón tendría los muros oblicuos. La estructura al principio era una estructura rectangular, después será sustituida por una estructura piramidal escalonada y finalmente las pirámides famosas que conocemos (Keops, Kefren y Micerinos). La mastaba contaba con muros en talud, el ladrillo utilizado era compuesto en adobe secado al sol, nunca podía ser cocido.
  
  Se pueden diferenciar en dos partes:
  
  ─ La subterránea, donde residen los pozos.
  ─ La externa, que se dividía en la habitación de culto y la habitación con la estatua del difunto (también conocido como serdab), en la primera era donde se depositaban las ofrendas y los alimentos, mientras que en la segunda se encontraba el KA (espíritu del difunto). Estas habitaciones se comunicaban con una puerta falsa por donde el KA recoge los bienes de la habitación de culto.
  
  Para finalizar con las mastabas, querría especificar entre la mastaba simple y la compleja; la simple, como he descrito, es la tumba de los altos dignatarios, mientras que la compleja goza de mayores dimensiones y es tumba exclusiva de los reyes y de la familia real.

Pintura

Destacaron los murales de brillante colorido, altos y bajos relieves en palacios y templos. Las figuras humanas se caracterizaban por tener el torso y los ojos de frente, mientras que la cabeza y las piernas aparecen de perfil.
Los pintores, al igual que los escultores, no eran artistas, sino que eran artesanos y se les remuneraba como a cualquier obrero con bienes que le permitieran subsistir. Algunos de ellos lograron cierto reconocimiento como Amenaankhu, que decoró la tumba a Djehutyhotep y es considerada una de las pinturas más bonitas del reino medio. 

Ninguna de las pinturas están firmadas por el autor. Utilizaban pigmetos que se obtenian de materias primas como el carbón, yeso, óxido de hierro etc...

Escultura

En las figuras se puede apreciar que están esculpidas de forma tal a que sean muy simétricas y son concebidas para ser vistas de frente, además de que según el tamaño y lo detallado que está la figura se puede saber el grado de importancia del personaje, utilizaban tonos de calor uniformes y la ausencia de movimiento es muy común, las extremidades pegadas al cuerpo era lo habitual.

Destacaron esculturas tales como la sedente de Zoser, el fundador de la III Dinastía o la de Micerinos, la diosa Hathor y una representación de divinidad provincial. También es digno de mención el Escriba Morgan, que actualmente se encuentra en el museo de Louvre en París